Como si fuera poco perder los dos clásicos ante
Nacional y Millonarios, este jueves América frente a Defensa y Justicia volvió
a sufrir una derrota que ratifica su crisis deportiva y organizacional.
Después de una floja presentación en su regreso al
concierto internacional ante Defensa y Justicia en Argentina, América tenía en
su camino dos partidos trascendentales que evaluarían su nivel y para qué
estaría este semestre, pero los dos clásicos los perdió como visitante frente a
Nacional y Millonarios, mostrando inferioridad suprema en su juego. Y para
rematar, este jueves en el duelo de vuelta de la Copa Sudamericana sumó su
tercera derrota consecutiva, haciendo el ridículo ante el modesto club
argentino tras caer 3-0 en su propia casa y así quedar eliminado.
La situación de los Diablos Rojos inició con
problemáticas internas. Si bien el equipo no venía mostrando un fútbol
confiable, desde las declaraciones de Cristian Martínez Borja que dieron a entender su intención de salir
del equipo a mitad de año, sumado a la respuesta del presidente escarlata Tulio
Gómez, quien afirmó el querer dejar ir al delantero y que el club necesita
'depurar' su nómina por problemas financieros, el técnico ‘Polilla’ Da Silva también
expresó su preocupación por esas afirmaciones, todo esto, cambió notablemente
el ambiente y se ve reflejado en los pobres resultados.
Tras una interesante pretemporada disputando el Torneo
FOX, los escarlatas invitaron a creer en el nuevo proyecto, hubo un fútbol
ofensivo, equilibrado, con jugadores motivados; en su mayoría hinchas del
equipo, y exhibiendo buenas condiciones técnicas, mientras que ‘Polilla’ probaba
variantes tácticas que daban esperanzas de un buen trabajo en los torneos a
disputar. Pero hasta la fecha ha ocurrido todo lo contrario: futbolistas en
bajo nivel, y un técnico desorientado, confundido, que expone a un equipo a
recibir ocho goles en tres partidos, a vivir un momento de humillaciones y
oscuridad, porque no se ve cómo puede salir de esta.
Es muy temprano para dar por ‘liquidado’ a un club
cuando apenas ha disputado siete partidos oficiales en el año; cinco locales y
dos internacionales, pero hoy América es 16 en la tabla de posiciones de la
liga colombiana (con dos partidos aplazados) y quedó por fuera de la Copa
Sudamericana en primera ronda, en la que esperaba hacer una destacada
participación después de nueve años de ausencia de las citas continentales…
¡Fracaso!
En lo individual, lo único que se puede destacar, es
el buen momento de Carlos Bejarano, Juan Camilo Angulo y Elikin Blanco, de
resto; Herner, Arboleda, Avimiled, Mosquera, Bottinelli, Armero, Dájome y Carmelo
han sido un desastre, los demás no han tenido minutos por decisiones del
técnico o lesiones, y en el caso de Vélez, Borja y Kevin, han aportado muy
poco, el lateral aún no es eficiente por la banda izquierda, Martínez Borja
decayó casualmente desde sus polémicas declaraciones, y el uruguayo ha tenido
altibajos, algunas veces hace jugadas de gran técnica, pero otra veces parece
de quinta división.
En lo anímico los hombres escarlatas tampoco responden,
en la cancha deambulan sin tener carácter o respeto por la hinchada, el único
que demuestra vergüenza al disputar un balón es Blanco, los demás sufren de
desconcentración, de falta de compromiso, de lucha, de esa rabia que luce cuando
el talento está ausente. Mientras la hinchada sufre al ver cómo su equipo es
humillado por caer ante los clásicos rivales, los últimos partidos los vive con
angustia, rabia, desilusión, con el orgullo herido y con la incertidumbre de no
saber qué pasará con el equipo.
Y Jorge Da Silva como técnico también se nota
desconcertado, sus módulos tácticos 4-4-2 o 4-2-3-1 no se adaptan al estilo de
algunos jugadores, en defensa ha mostrado su mayor debilidad, y cuando decidió
jugar 4-3-3 como en la pretemporada, recibió tres goles ante Millonarios. El
estratega uruguayo no sabe qué zagueros centrales rendirán mejor, aún no se
decide por Armero o Vélez para jugar de visitante, si ubicar a Kevin por
derecha o izquierda, qué extremos son los ideales, y si Borja y Carmelo deben
jugar juntos, ante defensa y justicia encajó nuevamente tres tantos y pese a utilizar
diferentes atacantes no marcó gol… ¡Un mar de dudas!
Lo
único claro es que la escuadra caleña está rota por dentro, y que los únicos
que pueden solucionar la problemática son el presidente Tulio Gómez, el DT ‘Polilla’
y los jugadores, analizar qué sucede, llegar a acuerdos, disminuir los egos, y
seguir adelante unidos por una sufrida hinchada que estaba ilusionada en
recuperar la grandeza de su equipo, pero por el contrario está siendo
humillada. Si el club no arregla su interna en este semestre, el problema se
agranda, y en la segunda parte del año se vendrán cosas peores, aquellos fantasmas
que hacen sufrir al diablo.